Mudarse a una nueva casa puede ser tan emocionante como angustioso. Esto se aplica tanto a ti como a tu perro. Tendréis que acostumbraros a un nuevo entorno, y eso no siempre es fácil.
Puede que tu perro se sienta estresado por todos los nuevos olores y vistas. También puede ponerse más nervioso cuando te vayas a trabajar después de la mudanza, pensando que no vas a volver.
Sin embargo, hay métodos para reducir su ansiedad, y todo tiene que ver con el seguimiento de rutinas. Aquí tienes algunas ideas para cuando te vayas a trasladar en una mudanza con tu perro.
Deja que tu perro observe el proceso de la mudanza
Empaquetar todas las cosas puede ser una tarea difícil. Podrías pensar que llevar al perro a alguien que lo cuide mientras empacas sea la solución perfecta.
Imagina que al volver a casa descubres que todo lo que tienes ha sido empaquetado. Deja que tu perro te observe mientras preparas las cajas.
Empezarán a percibir que pasa algo, y puedes tranquilizarles durante el proceso con palabras amables.
Acostumbra a tu perro a estar en una jaula
Es posible que quieras enseñarle de esta manera para el nuevo hogar si aún no está adiestrado en la jaula. El adiestramiento en jaulas les proporciona un lugar seguro donde pueden relajarse. No habrá «sobrecarga sensorial»
Empieza alimentando a tu perro dentro de la jaula con la puerta abierta. Luego empieza a cerrar la puerta mientras come. Cuando se haya acostumbrado, mete a tu mascota en la jaula y haz breves viajes.
Después de pasar un tiempo en la jaula, ofrece a tu perro algunos premios deliciosos y juega con él. Para el día de la mudanza, tu perro debería ser capaz de entrar en la caja y unirse a ti en tu nueva casa.
Esta es la mejor forma de viajar para él, ya que es más seguro y puede utilizarse en viajes largos. Cuanto más tiempo pasen en su jaula, más a gusto se sentirán.
Es especialmente útil para los perros que sufren ansiedad en los viajes. Nuestro perro siempre se ha puesto nervioso en los viajes en automóvil. Empezamos a ponerlo en su jaula cada vez que lo cargábamos en el coche, y estaba mucho más tranquilo y a gusto al viajar en coche.
Lava al perro, no la ropa de cama
No querrás que tu perro esté bajo tus pies durante todo el día de la mudanza. Ahora es el momento de llevarlos a la peluquería. Debes intentar programarlo para que puedan pasar allí el tiempo durante la mudanza.
No asumas que todo los que necesita es un lavado. Durante los primeros días después de que se muden, no laves su ropa de cama. Esto les dará olores familiares, que pueden proporcionarles comodidad.
Es fundamental restablecer los mismos horarios de alimentación y paseo que teníais en vuestra antigua casa una vez que os hayáis instalado en la nueva ubicación. Tu perro se adaptará a su nuevo entorno del mismo modo que tú.
Conclusión:
Mudarse a un nuevo hogar puede ser un momento estresante tanto para ti como para tu perro. Sin embargo, hay formas de hacer que la transición sea más fácil para ambos.
Siguiendo unas rutinas y estableciendo una rutina desde el principio, puedes ayudar a tu perro a adaptarse a su nuevo entorno con el mínimo estrés. El adiestramiento en jaulas es también una forma eficaz de ayudar a tu perro a sentirse seguro y protegido durante la mudanza.
Por último, no olvides dar tiempo a tu perro para que se adapte, no lavando su ropa de cama durante los primeros días. Esto le ayudará a sentirse más a gusto en su nuevo hogar.
